España es el país donde se registra la tasa más baja de natalidad desde 1941. La disminución en la tasa de nacimientos es una tendencia que se repite en los últimos diez años, excepto en 2014. En relación a la tasa de mortalidad solo en 1941 también fue la más tasa más alta, con 259.202 decesos.

Sin embargo, desde 1941, las defunciones siempre fueron más bajas que los nacimientos. La tendencia se mantuvo así hasta 1977 cuando comenzó a disminuir. Hasta llegar a 1995, cuando natalidad y mortalidad prácticamente se igualaron. Fue nuevamente en 2000 cuando los nacimientos alcanzaron nuevamente el alza. Sin embargo, en 2018 las defunciones se dispararon.

En el período de enero a Julio del 2018 fallecieron en España 226.384 personas. Esto representó 2,1% más que en 2017 en el mismo semestre. En definitiva, en el primer semestre del 2018, las defunciones superaron los nacimientos, según el INE.

Doce comunidades presentaron aumentos en decesos. Las tasas más altas fueron Canarias con 10,2%, Andalucía 5,3% y Cantabria con 5,1%. Por otro lado, el saldo de nacimientos menos defunciones, fue positivo en el primer semestre del 2018. Madrid registró 3.714 personas más, Murcia 997 y  las Islas Baleares, 428.

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Accidentes de tráfico

La cantidad de 1.180 víctimas fueron en accidente de tráfico en carretera. Lo que indica 1,5% menos que 2017. Son  18 personas menos, según los últimos datos publicados por el ministro del Interior. En este sentido, hicieron comentarios el ministro Fernando Grande-Marlaska y  director general de Tráfico, Pere Navarro.

Los datos son  positivos frente a los incrementos de 2016 y 2017. Añadió «no vamos a lanzar las campanas al vuelo».  Así Navarro afirmó que «cuando hay víctimas ningún dato es bueno».

Las estadísticas indican que 2017 cerró con 37 muertos por accidente de tráfico más que en 2016 (1.161 decesos). De hecho 2016 también fue un año difícil para la Seguridad Vial. Fue en el primer año desde 2004 en que los accidentes aumentaron con respecto al periodo anterior, con 30 muertos más.

El Ministro indicó que «el año pasado se incrementó el número de desplazamientos un 2%, el parque móvil un 3% y un 1% el número de conductores y ha habido menos víctimas». Por eso, remarcó que «la siniestralidad depende de quienes nos ponemos al volante» y no de  la cantidad de desplazamientos por carretera.

Asimismo, diferenció dos períodos muy claros en 2018. El verano que fue terrible, con 127 fallecidos en julio y 129 en agosto. No se presentaban tantos casos desde 2012. Y el período de los últimos cuatro meses del año, donde se produjeron 383 víctimas. Lo cual representó un descenso del 9,5% al compararlo con las 423 de 2017.

Añadío Grande-Marlaska «No significa que el ritmo de descenso sea este a partir de ahora… aunque sería deseable”, a lo que Navarro añadió que «podría ser un punto de inflexión en la tendencia».

También indicó el ministro, que en 2018 el número de ingresos hospitalarios por accidente de tráfico fue de 4.515. Lo que indica que son 370 menos que en 2017 Esto representa  un 7,6% menos que el 2017.

Al revisar las vías donde se presenta la mayor cantidad de accidentes mortales, Grande-Marlaska destacó que el 74% de los fallecidos se presentan en las carreteras convencionales.”…sigue siendo el tipo de vía mayoritaria».

Y los factores que las causan son variables, en primer lugar, la salida de la vía y lo secunda el choque frontal entre vehículos. A pesar de que la velocidad es otro de los principales factores, Marlaska destacó que ha disminuido. Sin embargo, insistió en que «debemos seguir trabajando en materia de velocidad».

Fallecidos en autopista

Los fallecidos en autopista y autovía se incrementaron de 280 a 303, un 8,2% más que el 2017. Ocurridos  «por salidas de vía y choques en cadena». Y también «están presentes la velocidad y las distracciones». El 20% de los 303 fallecidos en autopista y autovía eran peatones. En este sentido las cifras globales de peatones fallecidos crecieron un 48%.

Grande-Marlaska también mostró preocupación por el aumento del 18 al 21% de la mortalidad entre los conductores de más de 65 años.

Es urgente realizar mayores esfuerzos y un plan de medidas para conseguir mayor disminución en la tasa de decesos y reducir de forma sostenible la siniestralidad vial.

Es necesario implementar un plan urgente que contemple acciones de concientización y comunicación. Además es conveniente involucrar a los ayuntamientos y comunidades autónomas.

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