La vida después de la muerte es un tema que desde siempre ha despertado la curiosidad de las personas. En especial las de más apego a diferentes religiones. Hoy día son los científicos los que se avocaron a estudiar este enigma de la humanidad.

Cada vez son más frecuentes las experiencias vividas, muy cercanas a la muerte. Y los especialistas enfatizan que las modernas prácticas de reanimación, explican el porqué de la supervivencia de las personas que casi han experimentado la muerte.

Varios estudios contribuyen a despejar esta incógnita y confirman que este tipo de experiencias cercanas a la muerte (ECM) ocurre. Además, son muy parecidas en todas las personas que las han experimentado y en todas partes del mundo.

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Evidencias científicas

Casos muy particulares ocurridos hace más de 30 años aproximadamente, los presenta el Dr. Raymond Moody en su  libro Vida después de la vida (Edaf). Los testimonios que allí presenta dan evidencia de casos de personas clínicamente muertas que vuelven a la vida. Y las escenas o espacios, que narran haber visto o sentido, se asemejan a los descritos por otras personas que pasaron por la misma situación.

Personas independientes, sin ninguna relación, de diferentes culturas o religión, y de lugares lejanos unos de otros. Este libro creó muchas expectativas sobre el misterio de la muerte y algunas personas sintieron paz interior al leer los testimonios.

Asimismo, algunos científicos internacionales continuaron investigando sobre la vida después de la muerte. Tales como Elizabeth Küblker-Ross, Karlis Osis o Kennet Ring. Ellos siguieron la línea de investigación del Dr. Moody lo cual originó nuevas discusiones sobre el tema.

Pues no es fácil consentir que después que el corazón ha dejado de latir, la conciencia tenga vida propia, muy independiente del cuerpo físico del hombre. Además la ciencia y la neurología dicen lo contrario.

Por otra parte, Michael Persinger, neurólogo de la Universidad de Ontario, Canadá, hizo estudios con la aplicación de un campo magnético al lóbulo temporal del cerebro. Indujo de esta manera la misma percepción de desdoblamiento en personas clínicamente muertas (Scientific American 2003).

De igual forma en la Universidad de Ginebra, de acuerdo a publicaciones de la revista Nature, también hicieron  conjeturas  y concluyeron en forma similar. Las sensaciones las presentaron los pacientes al estimular eléctricamente el lóbulo temporal del cerebro. Cabe destacar que este estudio se realizó un año antes de los realizados en Ontario.

Es posible entonces desdoblar o separar la conciencia del cuerpo humano? Existen estudios científicos formales que respaldan que sí es posible. Inclusive ya se encuentran dentro de literatura científica.

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Evidencias científicas  más cercanas a las ECM

Van Lommel realizó estudios en 10 hospitales de Holanda. Tomó una muestra de 344 pacientes con enfermedades cardíacas que fueron reanimados. La finalidad fue estudiar cuales eran las razones para la ocurrencia de las ECM. Además determinar cuáles serían los factores que determinaban con qué frecuencia se presentaban. Así como también, el contenido de las experiencias y con qué profundidad se sentían.

Se consideraron dos grupos de pacientes, uno fue el grupo control, el cual no había experimentado ECM. El otro grupo había manifestado estas experiencias cercanas a la muerte y declarados clínicamente muertos. Se hicieron análisis comparativos de datos demográficos y médicos, de los pacientes. Así como también comparaciones de tratamientos farmacológicos y psicológicos.

El grupo de pacientes con ECM, habían sido declarados muertos a través de un registro electrocardiograma que indicó que el corazón se había detenido. No había duda de ello. Y los resultados fueron impresionantes.

Como consecuencia, el 12% del grupo con ECM, manifestaron la sensación de salirse del cuerpo y sentirse plácidamente. Dijeron ver una luz a través de un túnel, a familiares ya fallecidos y un largo historial de su vida. Es decir tuvieron una ECM Profunda. Que al sumarse el número de personas que describieron pero menos sensaciones de las descritas, el porcentaje aumenta al 18%.

Van Lommel, considera bajo el número de pacientes cardíacos que manifestaron una ECM. La explicación psicológica relaciona el hecho con el miedo a morir. Sin embargo, el científico manifiesta que solo un pequeño porcentaje de los pacientes que fueron estudiados manifestó atemorizarse momentos antes del paro. El cual sucede rápidamente como para sentir miedo o darse cuenta de ello.

En el mismo sentido considera, que la edad es un factor determinante en el paciente. En todo caso atribuye las sensaciones percibidas solo a causas fisiológicas. En concreto a una falta de oxígeno en el cerebro y es posible que también a la liberación de endomorfinas.

Después de 5 o 10 minutos sin que se oxigene el cerebro, el daño es irreversible y finalmente el paciente muere. Sin embargo, hay evidencias de lo contrario.

Casos de vida después de la muerte

• Diane Pearson en la playa de Ixtapa, Zihuatanejo (México) encontró a su esposo tendido en la playa, quien llegó después de ser arrastrado por una ola y se le hundió de cabeza en la arena por debajo del agua.

Estuvo sin oxígeno durante 45 minutos parecía muerto, pero lo entubaron y llevaron al hospital Saint Luke’s Episcopal Health System, de Houston. Allí se encontraba el doctor Joseph Varon, quien esperaba “revivir al muerto” algo nuevo en la medicina.

Era un caso con pocas esperanzas de salvar, el paciente sólo respiraba un poco conectado a la máquina. El Dr. Varon afirma  «Es por eso que decidimos ir por una forma de terapia que probablemente no sería usada por otros médicos…lo congelé». Un método que no había sido usado, es conocido como terapia hipodérmica. El paciente revivió.

• Otro caso muy especial es el narrado por la enfermera del Hospital Rijnstate de Arnhem, Holanda. Durante la noche, llegó un paciente de 44 años a la Unidad de Cardiología mientras estaba de guardia.

El paciente estaba en estado de coma, le dieron respiración artificial y masaje cardíaco. La enfermera explica «Cuando quisimos intubar al paciente  resultó que tenía dentadura postiza. Le quité la dentadura superior y la guardé en el ‘carrito de emergencias’. Después continué colaborando en la resucitación cardiopulmonar».

Después de hora y media de entubado ya el paciente tenía ritmo cardíaco y presión sanguínea normal, pero todavía en estado comatoso. Se transfirió a la Unidad de Cuidados Intensivos para seguir con la respiración artificial.

Una semana después la enfermera narra impresionada. «Sólo después de más de una semana me encontré otra vez con él. Le di su medicina y, entonces, dijo: ‘Oh, esa enfermera sabe dónde está mi dentadura.’

Dice la enfermera “Yo me quedé muy sorprendida…entonces él aclaró: ‘Sí, usted estaba allí cuando me trajeron al hospital y me sacó la dentadura y la puso en ese carrito que tenía todas esas botellas. Concretamente en un cajón que se deslizaba por debajo. Allí es donde puso usted mis dientes'».

Fue algo que sucedió cuando el paciente llego en estado de coma, sin conciencia de lo que pudiera estar ocurriendo a su alrededor. ¿Le fue posible observar todo desde arriba?, el hecho es que narró exactamente lo que pasó esa noche con lujo de detalles y reconoció a enfermeras y doctores que le atendieron.

Esta experiencia ocurrió en el hospital donde precisamente el doctor Pim Van Lommel dirigía un estudio piloto sobre evidencias científicas de Experiencias Cercanas a la Muerte. Fue un caso validado científicamente y además se incluyó en el programa Near Death Experience in Survivors of Cardiac Arrest. EL cual se publicó en la revista The Lancet de 2001.

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