Las estadísticas demuestran, que la mortalidad por enfermedad renal crónica en España, ha aumentado en los últimos diez años casi un 30%.  Se estima que alrededor de 850 millones de personas a nivel mundial, tienen enfermedad renal. Y ella causa la muerte de 2,4 millones de personas al año.

Según los estudios, a nivel mundial, más del 10% de la población adulta tiene enfermedad renal. Afecta a más de 13 millones de personas  y de ello, 1,7 millones aproximadamente, muere por su causa. En España 7 millones de personas sufren la enfermedad y 60 mil están en tratamientos.

Un estudio reciente de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), demuestra La enfermedad renal crónica fue la octava causa de muerte en España en 2016. También fue la de mayor crecimiento entre 2006 y 2016.   Las estimaciones le aseguran un crecimiento constante  por 4, 5 o más décadas.

Los resultados, publicados en la revista Nefrología, muestran que la muerte por enfermedad renal crónica se ubica después del Alzheimer. En el número de muertes y en Años Vividos con Discapacidad (AVD) o Años de Vida Ajustados por Discapacidad (AVAD).

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Pronóstico futuro

De seguir esta tendencia, en las próximas décadas la enfermedad renal crónica se convertirá en la segunda causa de muerte en España. Ubicándose delante de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, y por debajo del Alzheimer.

Declaran los autores del estudio, que “Esto significa que, si no se cambia la tendencia mediante un apoyo decidido a la investigación y la asistencia en enfermedad renal, los jóvenes actuales tendrán en el futuro más probabilidades de morir de enfermedad renal que de cáncer o infarto”.

La publicación de la Sociedad Española de Nefrología (Senefro) analiza las implicaciones del informe Global Burden of Disease o Carga Global de Enfermedad. Mide la salud de las poblaciones en todo el mundo y monitorea las causas de muerte a nivel mundial.

El trabajo, recientemente publicado en Nefrología, la revista de la Senefro, fue liderado, por el Dr. Alberto Ortiz, jefe del Servicio de Nefrología e Hipertensión de la Fundación Jiménez Díaz. También es profesor titular de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y coordinador de la Red de Investigación Renal (REDinREN).

Fue liderado también por la Dra. María Dolores Sánchez-Niño, investigadora Miguel Servet del Instituto de Investigación Sociosanitaria de la Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD). También es colaboradora clínico docente de la UAM. Los líderes del estudio trabajaron en conjunto con un grupo de investigadores, para lograr los resultados obtenidos.

Implicaciones desconocidas por pacientes y autoridades

La población es consciente de las implicaciones de un diagnóstico de cáncer, enfermedad cardiovascular o Alzheimer. Sin embargo, la enfermedad renal es menos conocida. De hecho, “la mayor parte de los pacientes que tienen enfermedad renal no lo saben”. Por lo menos en las fases iniciales de la enfermedad. Por tal razón, los nefrólogos la llaman la epidemia silenciosa del siglo XXI.

Sin embargo, es una causa de muerte que crece cada año, a un ritmo acelerado. Muy superior al compararlo con el cáncer y la enfermedad cardiovascular.

Y es que, tal y como se pone de manifiesto en el análisis, titulado “Comentario de la Sociedad Española de Nefrología (Senefro) al informe GBD 2016 de España: Mantener la enfermedad crónica renal fuera del foco de las autoridades sanitarias, sólo magnificará el problema”.

Los investigadores señalan, que “el problema se agrava porque las autoridades sanitarias no son conscientes del grave problema de salud que supone la enfermedad renal crónica. Esto se debe, en parte, a que no figura como tal entre los grandes epígrafes de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística. Al ser un término y concepto de reciente creación”.

Por esta razón, los autores del estudio, enfatizan “la necesidad de que las autoridades sanitarias sean conscientes de la magnitud del problema que se avecina. Y se pongan los recursos de investigación y sanitarios necesarios para hacerle frente”.

Asimismo, añaden que “la investigación en cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedades respiratorias y digestivas, entre otras, está bien financiada. A través de una estructura del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER). Pero las enfermedades renales están excluidas del CIBER”.

Los principales factores de riesgo de la enfermedad renal crónica son precisamente la diabetes, enfermedad cardiovascular, hipertensión, sedentarismo y obesidad.

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