El coronavirus también golpea las funerarias. Durante estos meses de pandemia han recibido un exceso de fallecidos De los hospitales, abarrotados de casos de la COVID-19, los más graves pasan a formar parte de las tristes estadísticas de fallecidos, que finalmente llegan a las funerarias.

Hasta el 3 de diciembre han fallecido 48,038 españoles en las diferentes comunidades, de acuerdo a las últimas estadísticas que ha publicado el Ministerio de sanidad. Siendo Madrid la población donde más personas han muerto, contabilizándose hasta la fecha un total de 11.413 fallecidos por la COVID-19.

Sigue en la lista con mayor número de fallecidos Cataluña, con 8.102 personas que han perdido la vida. Mientras que Ceuta y Melilla es donde menor cantidad de personas han muerto a causa del coronavirus. Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de muertes que ha dejado la pandemia, para las empresas del sector no será un buen año.

Por una parte, las grandes empresas sufrieron la reducción de sus ingresos, ya que no fue posible prestar ciertos tipos de servicios. Y, por otro lado, las empresas pequeñas denuncian que se le ha presentado muchas trabas a la competencia, de parte de las empresas aseguradoras que manejan el mercado de los seguros de decesos.

Pero hay que estar claro que cuando no hay prevención, las funerarias tienen un papel crucial. Así, los enfermos de COVID-19 que no es posible salvarles la vida los llevan directo a las funerarias para darles sepultura.

En este sentido, tal como lo afirma Fernando Yaybeck, director de Iniciativas Alcaesar, una sociedad de Albia y Funespaña de Extremadura, las funerarias son “el último eslabón de la cadena sanitaria”. Sin embargo, se lamenta de que en muchas ocasiones también son olvidados durante el proceso.

Desde el sector se quejan de que no hay la coordinación que se requiere para funcionar eficientemente. En este sentido expresan, que es necesario que las autoridades sanitarias estén coordinadas directamente con este último eslabón. De esta forma se haría un trabajo más rápido y se prestaría un mejor servicio.

Coordinación del ministerio y consejerías con las funerarias

Durante los picos más fuertes de las pandemias, cada quien trabajó por su lado. Las funerarias estaban completamente excluidas de esta cadena. Una mayor coordinación entre el ministerio y las consejerías de Sanidad en esos momentos hubiese facilitado los procedimientos a seguir en las funerarias.

La interpretación de los protocolos a seguir hubiese sido más clara, así como la decisión de utilizar o no sudarios especiales. O la forma en que se debían manipular los cuerpos y el protocolo a seguir para el traslado entre regiones. Sin duda, una mayor interacción haría posible para las funerarias prestar un servicio más eficiente.

Un hecho que destaca la falta de coordinación entre los diferentes entes, es el caso de la morgue que se instaló en Madrid, en la Planta de Patinaje del Palacio del Hielo. Las funerarias fueron las últimas en enterarse de que, a las personas fallecidas, la guardia las llevaba de los centros sanitarios a la pista de hielo. Y se enteraron gracias a la prensa local.

En consecuencia, la asociación nacional de empresas funerarias, Panasef, exige que se abra una línea directa con Emergencias sanitarias del Ministerio de Sanidad y el Centro de Coordinación. Para lo cual exigió realizar una reunión con las diferentes comunidades autónomas. Hasta los momentos no se han recibido respuestas de todas las autoridades.

Cataluña es la comunidad con la que han estado trabajando recientemente. Pero el organismo requiere reunirse con las demás consejerías de sanidad

Hay alrededor de 1.100 empresas de servicios funerarios en España

En España hay gran cantidad de pymes que prestan servicios funerarios en el país. Exactamente son 1.100 empresas en total y de ellas entre 800 y 900 son pymes. Todas estas pequeñas empresas facturan alrededor de 1 millón de euros o tal vez menos.

En este sentido de acuerdo a la información de Panasef, a pesar de la gran cantidad de fallecidos durante la pandemia, el negocio de las empresas de servicios funerarios se ha deprimido en un 40% en el primer semestre del año, con relación al 2019.

En consecuencia, los resultados indicaron que se dejó de percibir un total de 329 millones de euros, por servicios no prestados. Lo cual atribuye Panasef, al sobre costo de los equipos necesarios de protección y los sudarios especiales para los fallecidos por la COVID-19.

Además, de la gran cantidad de horas extras que fue necesario trabajar para solventar las emergencias y servicios que durante el confinamiento no fue posible prestar. Pues entre las medidas impuestas, se prohibió realizar velatorios desde finales del mes de marzo hasta mayo. El servicio se limitó a traslados a cementerios y crematorios.