Debido a la cantidad de casos de la COVID-19 que atender, en España aumenta la mortalidad por cáncer durante la pandemia. Ya que los centros hospitalarios están colapsados y se le imposibilita atender a gran cantidad de pacientes que presentan otras sintomatologías, como las de cáncer, por ejemplo.

Es una realidad que los centros hospitalarios abandonaron durante la crisis, la realización de pruebas y diagnósticos que no fueran para determinar la presencia del coronavirus. Así, alrededor de 2 millones de pruebas para diagnosticar cáncer y un estimado de 500.000 intervenciones quirúrgicas se pospusieron, para combatir la crisis sanitaria.

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En consecuencia, los demás pacientes, en especial los de cáncer, han fallecido por falta de hacerles un diagnóstico a tiempo y tratarlos, aumentando la mortalidad en altos porcentajes. Con relación al cáncer de pulmón, uno de los más comunes, la mortalidad aumentó en un 30%.

Asimismo, pacientes de leucemia, como fue el caso de 10 mujeres infectadas con el coronavirus, también fallecieron. Y el daño colateral se extiende a 33.000 mujeres con cáncer de mama. A las cuales se les retrasó unos cuantos meses, las revisiones, tratamientos para tratar el cáncer y las cirugías, a las pacientes que las requerían.

Por otra parte, también aumentó la mortalidad a causa de cáncer de colon en un 11,9%. A causa de falta de diagnóstico y de atención sanitaria.

En este sentido, señala Ángel Juárez, jefe de Cirugía Plástica del Hospital La Zarzuela, señala que, efectivamente las pruebas de cáncer de mama se suspendieron, al igual que para otras patologías. El retraso para realizarlas es por unos tres meses aproximadamente, pero pronto se reanudarán para realizar evaluaciones a toda la población.

En el mismo contexto, la presidenta de AMAMA, Ángela Claverol, hace la denuncia de que los sanitarios ni el gobierno les dieron la opción a las mujeres elegir si querían morir de cáncer o no, ellos lo decidieron. Pues el cáncer continúa avanzando, no se para a esperar que controlen una pandemia mundial.

El retraso del diagnóstico de cáncer colorrectal aumentó la mortalidad

En Europa, el cáncer colorrectal es la segunda causa de muerte entre los diferentes tipos de cáncer. También es el más común entre los tipos de cáncer digestivos. Así la cantidad de casos que se han diagnosticado en toda la Unión Europea es alrededor de las 375.000 personas afectadas. De las que han fallecido alrededor de 170.000.

Este tipo de cáncer también tiene muchas víctimas colaterales de la pandemia. Así, lo ratifican diferentes investigaciones realizadas. De hecho, se ha demostrado que el retraso por un período 7 a 12 meses, e inclusive con mayor tiempo, aumentan las causas de muerte en forma significativa.

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En este sentido, utilizando un modelo para determinar el impacto de los efectos de un diagnóstico tardío de cáncer colorrectal a causa de la COVID-19, dio resultados importantes.

La investigación fue realizada en la Universidad de Bolonia, y los resultados indicaron que retrasos de 7 a 12 meses, considerados moderados para el diagnóstico y grandes retrasos de más de 1 año, aumentaron la mortalidad por este tipo de cáncer. Así para retrasos moderados la mortalidad aumentó en 3% y para estadios tipo IV aumentó en un 7%.

Así mismo, se determinó en el estudio, con relación a la tasa de supervivencia de 5 años, que el aumento de la mortalidad fue del 11,9%, cuando se trató de casos es estados más avanzados, III y IV. Comparando con un retraso en el diagnóstico menor de tres meses con uno mayor a los 12 meses.

Por lo que las pruebas a tiempo ayudan a realizar un diagnóstico precoz y a prevenir males mayores. Así lo demuestran los programas de cribado que se realizan en Europa. A través del cual, se ha conseguido que las tasas de mortalidad disminuyan.

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En este sentido Luigi Ricciardiello, principal autor del estudio realizado en Bolonia, señala, que a pesar de la presencia y combate de la COVID-19, también hay que prestar atención a los pacientes con otros padecimientos. Y también enfermedades de impacto, como cáncer colorrectal. No es posible dejarlos de lado esperando a combatir la COVID-19.

En cualquier enfermedad y en especial en el cáncer es primordial realizar un diagnóstico temprano.