2020 se despide con 148 muertes por COVID-19

Este nuevo año inicia con una nueva lucha contra la pandemia. Quedaron atrás gran cantidad de fallecidos e infectados para enfrentar una nueva ola de la pandemia. Así el 2020 se despide con 148 muertes por COVID-19 el último día del año. Para llegar a un total de 50.837 pérdidas humanas desde que inició la crisis sanitaria.

El 31 de diciembre del 2020 la tasa de incidencia fue de 279 casos por cada 100 mil habitantes. Lo que indica que es una cifra mucho más alta que el nivel considerado “máximo riesgo” por la Organización Mundial de la Salud.  Así que esta segunda ola de coronavirus, está en pleno crecimiento o por terminar para dar paso a una tercera ola.

En este sentido son preocupante las cifras en Baleares donde la incidencia acumulada es de 530,86 casos por cada 100.000 habitantes. En Extremadura ya hay una tasa de 511,56 casos y en Madrid el 30 de diciembre era de 371,24 casos y el 31 llegó a 400 casos por cada 100 mil habitantes.

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Mientas que, en Cataluña, aumenta la crisis en hospitales, en especial en el área de las unidades de cuidados intensivos (uci). La media de ocupación de las ucis en España, es de 21,21 %. Y a final de año había un 34,10% de ocupación en Cataluña, un 30,48% en baleares y un 29,25% en la Comunidad Valenciana. Todos los valores mayores al promedio.

Por otra parte, los contagios también aumentan. El jueves 31 de diciembre se consignaron 18.047 casos nuevos para llegar al 1.928.265 contagiados. Y de estos ya se han determinado dos en Asturias y seis en Euskadi, para sumar en total 25 casos contagiados por la nueva cepa descubierta en Gran Bretaña.

Pero ya se tiene la preparación y la experiencia para detectar los contagios con mayor rapidez y hacer frente a esta segunda ola. Sin embargo, el personal sanitario no tiene los ánimos suficientes para hacer frente a esta situación.

Se espera un nuevo repunte después de las fiestas navideñas, sin calcular exactamente cuál será la magnitud de su alcance. Ni tampoco cuándo será el punto máximo de los contagios. Se piensa que pudiera inclusive perjudicar la campaña de vacunación que recién inicia.

Las comunidades comienzan a cuidarse

Las medidas restrictivas impuestas para navidad y noche vieja en cada comunidad, se revisarán en esta semana. Para definir si continuarán o se harán modificaciones de parte de los gobiernos regionales. Todo dependerá de las nuevas cifras de contagios y fallecimientos que se obtengan en los primeros reportes del año.

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Mientras tanto, Extremadura comenzó el toque de queda a partir de las 10 pm. Y mantendrá limitado el comercio, la hostelería y las actividades deportivas. Y las demás comunidades continúan con el cierre perimetral y llevando a cabo las limitaciones de movilidad, hasta nuevo aviso.

Todos los presidentes autonómicos tienen esperanza de que en el 2021 disminuya la crisis y la economía se recupere del impacto de la pandemia. Por su parte, Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia, tiene las esperanzas puestas en la vacuna contra la COVID-19, sin embargo, hace un llamado a que no todo termina con su aplicación.

Mientras que Iñogo Urkullu llama a los partidos políticos a guardar sus energías para continuar combatiendo al coronavirus. Y los incita a olvidarse de tener “disputas estériles”, que en estos momentos no se necesitan.

Asimismo, el presidente de Aragón, Javier Lambán, se dirigió a la población y pidió disculpas a los aragoneses si no hizo todo lo necesario durante su gestión de la pandemia. Los errores cometidos fueron por falta de experiencia ante una catástrofe de esta naturaleza, que, según él, es la peor vista en “…los últimos 80 años”.

En consecuencia, no será posible ver el 31 de diciembre, la Puerta del Sol, al sonar las 12 campanadas que indican la finalización del año viejo. Una vieja tradición en la Real Casa de Correos. Ya a esa hora, la plaza estará completamente desalojada, sin reuniones ni celebraciones, cumpliendo con el toque de queda.

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Despidiendo el año que se dejó enlutados a miles de familias españolas. Llevándose a 50.837 personas fallecidas por la COVID-19 en 2020. La peor catástrofe después de la gripe española en 1918.